Un proyecto de María Eugenia Caseiro - El Nuevo Herald
Un proyecto de María Eugenia Caseiro en forma de libro e invitación. Se los cuento en detalles en El Nuevo Herald dominical. Aquí el enlace y el artículo copiado:
Enlace: Mientras mueven las agujas: Una puerta abierta al experimento / William Navarrete / El Nuevo Herald / 10 de abril de 2022
Mientras mueven las agujas /
William Navarrete*
Curioso libro éste en que, según su
autora, María Eugenia Caseiro (La Habana, 1954), se puede empezar su lectura
del final hacia el principio, o en el orden que se quiera, porque, como bien aclara,
el orden de los textos se refiere a cuál llegó primero o después.
La antología forma parte del proyecto
“Acompáñame” y su primer libro ha sido publicado en Miami por Vitrales C. E. en
septiembre de 2021. Aparecen compilados una prosa discursiva de la propia María
Eugenia Caseiro, un cuento argumental de José M. Fernández Pequeño, memorias de
René Dayre Abella, un testimonio conversacional de Teresa Dovalpage, un
discurso antagónico de Augusto Lemus Martínez, un cuento fantástico de Ana Kika
López, un trabajo de memoria histórica de Whigman Montoya Deler y una reseña a
modo de colofón y epílogo de Jorge L. García de la Fe. Todos acompañados de un prologuillo
de los propios autores explicando sus intenciones.
Comenzando por el final, tal y como
sugiere la compiladora, leemos un soneto a modo de epílogo de Jorge L. García
de la Fe, quien vive en Chicago, en donde enseña español y literatura hispanoamericana.
Además de un colofón en el que explica las razones del proyecto iniciado por
Caseiro y la utilidad de formar grupo, de “acompañar” al otro, para construir este
libro, sin conocer de antemano el género que cada invitado utilizaría.
Comienza el libro con un texto de María
Eugenia Caseiro, una caminata retrospectiva en el tiempo de la infancia, de la
casa y de la escuela, tiempo poblado de árboles, abuelos y cercos. Un tiempo
que nunca nos abandona y que podemos encontrar en cada esquina redonda, porque
todo debe dar vueltas sobre sí mismo para que la memoria perdure.
Le siguen textos de un libro inédito y en
construcción de Fernández Pequeño, como historias fragmentadas que muy bien
podrían ser el inicio de algo que está por escribirse o un conjunto de viñetas
de un mismo libro a la espera de puentes que sirvan de pasarelas entre unas y
otras.
René Dayre Abella trae memorias de su
Banes natal, pueblo del norte de Oriente en donde vio la luz en 1945 y que ya
había publicado en Linden Lane Magazine, veterana entre las revistas del
exilio cubano desde que se fundara en 1982. Viene luego el texto de Teresa
Dovalpage, quien vive en Hobbs, Nuevo México. Indaga en la manera de sentirse
sola en compañía (en una biblioteca con un libro delante, frente a la
computadora escribiendo o mirando el mar sin nadie cerca). Así como las maneras
de sentir la soledad estando acompañado (en grupos de los que uno no se siente
parte, hablando con alguien que solo habla de sí mismo o en los aviones).
Augusto Lemus recurre a la compañía de los autores que han marcado la vida de
sus dos alter egos: Manuel y Augusto. Ambos antagónicos y complementarios, la
certeza y la duda a la vez, el complemento necesario para una vida dedicada a
la lectura y el conocimiento.
Ana Kika López, quien nació en el central
oriental de Chaparra, en 1936 y vive en Miami, comparte tres fabulosos cuentos
fantásticos: “El gorro de mi abuela”, “Cena familiar” y “El ojo” publicados en
2018. López que, según confiesa, le interesa más pintar que contar, es una
cuentista nata y debería seguir escribiendo historias fantásticas como estas.
A continuación, aparece el ensayo de
Whigman Montoya Deler sobre una de las instituciones culturales que más ha
aportado a la cultura cubana: el Lyceum y Lawn Tennis Club, de La Habana libre
y republicana, y que es parte de un libro anteriormente publicado por la
editorial Unosyotros. Para acompañar a Caseiro en su proyecto, el autor retoma
la labor de las mujeres en el seno del Lyceum, remontándose a las primeras
manifestaciones del feminismo en Cuba y hasta el cierre de la venerable
institución en 1968.
María Eugenia Caserio, quien vive en
Miami desde hace varias décadas, es poeta, ensayista y narradora. Ha recibido
premios y reconocimientos por su obra y traducida a varios idiomas. También fue
fundadora del grupo literario interactivo “Los búhos y las lechuzas”. Pero es,
sobre todo, una infatigable creadora de proyectos. Los concibe, los financia e
invita a que otros autores formen parte de sus sueños. Ha sido muy generosa al
reunir en dos de sus proyectos anteriores (Viajeros y Andaduras) a una decena
de escritores para que comportan poemas o vivencias con los lectores.
Ahora que ha dado forma a la primera fase
de “Acompáñame” debe estar ya imaginando el próximo paso. Para el libro que
ahora nos ocupa ha dejado la puerta abierta al experimento. Y como bien indica
en una especie de introducción que no es prólogo ni pretende explicar nada,
cada autor se ha dejado llevar por su propio instinto. Para ello parafrasea una
frase de San Juan de la Cruz para que “quede claro que aquí no hay más claridad
que la de andar a oscuras, como dijera quien no dijo lo mismo, pero equivale”. Además
de un conjunto de epílogos (de Eliseo Diego, Lorenzo García Vega, Elbert
Hubbard, Federico García Lorca, Nietzsche, Conan Doyle y Ángel Escobar) que
tampoco se corresponden con los textos, pero sí con la idea general del libro.
* Escritor franco-cubano establecido en
París
Comentarios
Publicar un comentario