¿Fueron los floridanos los primeros pobladores de Cuba? - El Nuevo Herald
Reseño para El Nuevo Herald El primer poblamiento de Cuba por nativos americanos, interesante libro de Alexis Rives Pantoja que acaba de publicar la editorial UnosOtros de Miami.
Enlace directo: ¿Fueron los floridanoslos primeros pobladores de Cuba? / William Navarrete / El Nuevo Herald
¿Fueron los floridanos los primeros
pobladores de Cuba?
* William Navarrete /
Ahora que se han puesto de moda las
pruebas de ADN para conocer los orígenes genéticos más antiguos de cada persona
aparece, publicado por la editorial Unosotros de Miami, un ensayo sobre un tema
que los estudiosos de genealogía han seguido desde siempre: el poblamiento
anterior a la Conquista de las Antillas Mayores y, para el caso que nos ocupa,
de la isla de Cuba.
Se trata del libro El primer
poblamiento de Cuba por nativos americanos, del investigador Alexis Rives
Pantoja (Isla de Pinos, 1948). Titular del Departamento de Arqueología de la
Academia de Ciencias de Cuba y miembro de la Florida Archaeological Society,
Rives ha publicado otros títulos relacionados con el tema, entre los que
figuran: La Manuela: arqueología de un cafetal habanero (1985), Los
primeros habitantes de La Habana (2013), De los cacicazgos a San
Cristóbal de La Habana. Crítica a la leyenda negra del exterminio indígena en
Cuba (2013) y, en la propia editorial Unosotros, Zooarqueología de Cuba:
desde el primer poblamiento del archipiélago hasta el encuentro entre
aborígenes y europeos (2017, en coautoría con Juan Pose Quincosa).
También es miembro del Grupo
espeleológico Martel, dirigió en el pasado el Museo de San Antonio de los Baños
y fue parte del taller de restauración de la iglesia Santa María de Laredo, en
la región peninsular de Cantabria. Son así mismo frecuentes sus colaboraciones
en revistas científicas especializadas que abordan los temas de este ámbito.
El autor parte de un estudio
pormenorizado de las fuentes que han apoyado la teoría de un primer poblamiento
de la Gran Antilla por habitantes del sudeste de Norteamérica y, exactamente,
de La Florida. Una idea que abordó ya a principios del siglo XX el zoólogo
marino sueco Sven Ludvig Loven, mientras que C. M. Raggi comparó los rasgos
tipológicos de materiales protoarcaicos del asentamiento cubano de Seboruco, en
la región oriental cubana, con los de otros en La Florida.
Posteriormente, algunos arqueólogos e
investigadores de la isla, como Ernesto Tabío Palma y Jorge Febles, ahondaron
en la hipótesis de que el poblamiento inicial de Cuba no llegó desde el norte
de Sudamérica a través del arco de las Antillas ni desde Centroamérica a través
del Occidente de la Isla, sino desde la península floridana. Una teoría que se
apoya también en el hecho de que existían entonces amplias porciones de tierra
hoy sumergidas a nivel de la cayería sur floridana que facilitaban el paso.
Un estudio comparativo exhaustivo, del
que el libro nos informa, permite afirmar que existe cierta uniformidad o
paralelismo entre los conjuntos de artefactos del protoarcaico cubano y el
paleoindio del Oeste norteamericano y La Florida. Para ello, el autor cita y
ofrece detalles de herramientas, ajuares y otros objetos, tales como puntas de
cuchillo, raspadores, lascas ovaladas, artefactos tajadores y otras
herramientas laminares, de núcleo y bifaciales. Hay piezas como los bola
stone y los guijarros esféricos, de los que se cree fueron armas
arrojadizas u objetos ceremoniales, que lo mismo se encuentran en el paleoindio
continental como en los primeros sitios arqueológicos del archipiélago cubano.
La plurifuncionalidad de las herramientas
es también otro elemento que coincide entre la zona cubana de Seboruco y los
asentamientos del sudeste norteamericano, que comparten en total once rasgos
semejantes. Entre los asentamientos floridanos encontrados se encuentran los
del Panhandle hasta Tampa Bay, los de la zona de los ríos St. John e
Ichetuknee, así como los del extremo sudeste de la Península.
Rives ahonda en las razones que
impulsaron a los habitantes de aquellas regiones al correr el riesgo de
desafiar el mar para llegar hasta la mayor de las Antillas. Y es que, nos dice,
se piensa que hubo una especie de explosión demográfica en el periodo
paleoindio y arcaico en el sur de La Florida, algo que revela la gran cantidad
de sitios arqueológicos hallados allí, contrariamente a Belice o Yucatán, sitios
de Centroamérica desde donde se supone que podían haber llegado también los
primeros pobladores cubanos.
Se cree, dato aportado por Rives, que la
búsqueda de sílex pudo haber sido otra de las motivaciones para esta migración.
En Florida escaseaba, pero en toda la región norteña cubana abundaba y podía
incentivar no solo el viaje, sino también el asentamiento. De hecho, “el 90% de
los artefactos particulares de sílex, de las comunidades más tempranas de Cuba,
elaborados en láminas, lascas y núcleos, se hallan presentes también en sitios
de Florida y del sudeste del continente”, afirma Rives. Y añade: “de 54 tipos
de herramientas en lámina de Cuba, aparecen 49 en los sitios de Florida”.
El libro proporciona varios apéndices con
imágenes que permiten que nos hagamos una idea exacta de los ajuares y
herramientas se evocan y que ayudan a establecer las comparaciones; además de
una enjundiosa bibliografía que incluye los textos más completos e informados
sobre este tema.
El primer poblamiento de Cuba por
nativos americanos pudiera parecer un libro
técnico, de exclusiva difusión entre especialistas. Sin embargo, su autor lo
hace accesible por la claridad de las ideas expuestas y el abundante material
gráfico que adjunta. Su aporte a los estudios precolombinos es esencial y
podemos considerarlo como un pilar en la asignatura siempre pendiente de la
arqueología y proceso fundacional de las naciones caribeñas en general.
* escritor establecido en París
Comentarios
Publicar un comentario