"Como el ave fénix", una reseña de la escritora Uva de Aragón - El Nuevo Herald / Habanera soy
Una reseña de la escritora Uva de Aragón sobre mi libro Como el ave fénix. 50 historias de Cuba en exilio, publicado por las ediciones Rialta (México) publicada por El Nuevo Herald. Aprovecho para subir fotos que se tomaron el día de la presentación en el Hispanic Cultural Arts Center de Miami, organizada por Cubanet, el diario digital que publicó las 50 primeras entrevistas (y sigue publicando las posteriores), y su director Roberto Hechavarría Pilia. En dicha presentación pudimos contar con la presencia de muchos de los entrevistados ahora publicados en el libro: la propia Uva de Aragón, Olga Connor, Sylvia G. Iriondo, Juan Cueto-Roig, Ángel de Fana, José Azel y Eloy Cepero.
Copio la reseña
de Uva, que también publicó en su blog "Habanera soy".
Como el ave fénix, por Uva de Aragón, El Nuevo Herald
Como el ave fénix, blog Habanera soy, de Uva de Aragón.
Como el ave fénix, cincuenta historias de vida en Cuba
y fuera de ella
Por Uva de Aragón / El Nuevo Herald / 5 de marzo de 2025
En los últimos
cuatro años, el escritor William Navarrete, residente en París, se ha dedicado
a entrevistar a cubanos destacados en diversos giros. El único requisito era
que vivieran fuera de la Isla y que tuvieran memoria de la era republicana.
Estas a veces largas conversaciones con personalidades residentes en distintas
ciudades de Europa y América, se fueron publicando en Cubanet. Cuando llegaron
a cincuenta, el autor las recogió bajo el título Como el ave fénix. 50
historias de Cuba en exilio, publicado a finales del pasado año por la
editorial Rialta (México).
A menudo repito que toda vida humana es una novela inédita. En este libro de
casi 800 páginas hay cincuenta. Esa es la primera lectura. Medio centenar de
historias de vida, nítidamente editadas por el escritor y los entrevistados, de
modo que se han evitado los giros del lenguaje oral a veces repetitivo.
Pero Como
el ave fénix es mucho más. Navarrete hizo a todos las mismas
interrogaciones sobre los orígenes, la infancia y los años en Cuba, de modo que
el libro nos abre una ventana hacia la República. Encontramos sin duda a muchos
habaneros, pero también a los nacidos en pueblos de Pinar del Río,
Matanzas, Oriente o de cualquier provincia cubana. Raro era quién
no tuviera un abuelo gallego, asturiano o libanés. Resalta la diversidad
étnica. Y la religiosa. No todos son católicos. Hay protestantes, judíos. No
falta la presencia americana. Ni la del azúcar. Algunos padres trabajaban en
compañías de firmas de Estados Unidos. Otros, en ingenios. Se palpa el
interés de nuestros mayores en que recibiéramos una buena educación y el alto
nivel de las escuelas, incluso las poco conocidas. Es obvia la movilidad
social que existía, la capacidad de los cubanos de trabajar y abrirse paso.
Todos crecimos con la violencia política de fondo. Muchos recuerdan momentos
históricos como el golpe de estado de Batista, el ataque al Palacio Presidencial,
y, naturalmente, el triunfo de Castro. Toda trayectoria vital se ve afectada
por los acontecimientos políticos.
Navarrete también
le pide a los entrevistados qué hablen de cómo los afectó el 1 de enero y de su
salida de Cuba. Creo que aquí se ven dos caminos. Muchos se fueron solos o
acompañados por familiares, muy jóvenes, sin haber tenido ninguna participación
en el régimen, y llegaron al exilio puro y duro, que, a veces con escala en
España u otro país, termina siempre en Estados Unidos. Otros, casi siempre con
un poco de más edad, ilusionados con los cantos de sirena de la revolución de
enero, se involucraron en proyectos culturales hasta que por diversas razones
entendieron que no cabían en ese país. Esas salidas eran por lo general a
través de la Europa del Este y sus protagonistas casi siempre se quedaron en el
Viejo Continente. Tuvieron la ventaja de la experiencia acumulada y las
relaciones hechas en sus campos de trabajo. También, fueron más perseguidos.
Me da la impresión, no sé si acertada, que ha sido más fácil
integrarse a la cultura europea que a la americana.
Otro común
dominador es que se trata de triunfadores, hombres y mujeres que contra viento
y marea cumplieron sus vocaciones como escritores, músicos, pintores,
cineastas, bailarines. Algunos han regresado a la Isla. Otros no, y se sienten
orgullosos de ello. Ninguno reniega de su cubanía. Comparten la falta de fe en
el futuro del país. A todos les duele Cuba, aunque ya la sientan lejos.
Como
el ave fénix contiene tantos pequeños mundos como entrevistados. Cada
persona recrea su ambiente, tanto el de su vida en Cuba, como de la forjada en
el destierro. Estas vidas se entrecruzan con la de otros cubanos que los
ayudan o acompañan en sus quehaceres. Todas se sitúan en un contexto mayor.
Forman una historia cultural del exilio cubano y sus relaciones con los
movimientos artísticos en otros países.
Otra de las aristas de este volumen, que aconsejo leer despacio, para
saborearlo como los buenos licores, es cuánto revela de la idiosincrasia del
cubano. En sus páginas encontramos su sentido del humor, su simpatía, su
capacidad emprendedora, su resistencia ante el dolor, sus valores de familia.
Su pudor. Oculta veladamente heridas y frustraciones. Ya al final de sus vidas,
dos generaciones de cubanos pasan balance. Ha valido la pena. Han hecho mucho,
pese a su orfandad. Duele la falta de suelo propio. Pero se contempla al fénix
renacer de las cenizas. Se pasa la página. Se cierra el libro.
Ha hecho bien William Navarrete en recoger estas entrevistas en un volumen, imprescindible en las bibliotecas de todos los cubanos, y en universidades y centros de estudios en cualquier parte del mundo. Y, claro, ojalá llegue a muchos compatriotas dentro de la Isla. La historia del éxito de la diáspora es asimismo el recuento de lo que se perdió esa nación que es hoy una balsa perpetua, que regresa, como el fénix que renace, a las orillas patrias. Nos guste o no, estas cincuenta historias de vida son ya parte del patrimonio nacional. Hay que agradecerle a Navarrete que lo muestre con tal claridad.
Galería de fotos de la presentación en el Hispanic Cultural Arts Center de Miami
16 de enero de 2025
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