Encuentros virtuales académicos en tiempos de Covid
Participo virtualmente con los alumnos de la Ecole Centrale de Lyon que
este año estudian en el programa mi novela Deja que se muera España (Tusquets),
publicada en francés con el título de Vidalina (Ed. Emmanuelle Collas).
No hay nada más parecido a una sesión de espiritismo de cordón que esas
videoconferencias, en las que siempre falla algo técnico y pasamos media hora
intentando oírnos o vernos o ambas cosas. Entonces, comienza la sesión: “¿Me
oyes?” “No, no oigo, pero te veo”. “María, te oigo pero la imagen está borrosa”.
“¿Espera, me oyes ahora?” “¿Me ven?” “Sí, te oigo”. “Yo no te veo”. “Espera,
que ahora no veo a Juan”. “Ya, ya, ya, ahora sí, aquí estoy”. “Bueno, solo te
oigo”. “Un momento …” “Gesticula …” “Di algo”.
La verdad que con esto del COVID los espiritistas se quedarán sin trabajo.
Al final pudimos llevar a cabo el encuentro, pero para que los estudiantes
me oyeran tuve que pasar por el móvil de la profesora, desde mi propio móvil
que, a su vez, amplificó el sonido. Pues desde mi ordenador nunca pudieron oírme.
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