Santuario de Lluc - Mallorca (14)

Les dejo algunas vistas del Santuario de Lluc, otro de los sitios que deben visitarse en Mallorca. El antiguo monasterio es lugar de peregrinaje, y los mallorquines acuden atraídos por la virgen que llaman “La Morenita”, pues como muchas tallas en diferentes lugares del mundo fue hecha con madera más oscura que la que usualmente se utilizaba para ese tipo de imagen religiosa. El edificio y sus dependencias es amplio. Y dispone de hotel (las antiguas celdas de los monjes). Está rodeado de montañas y detrás hay una especie de calvario en un promontorio rocoso desde el que se ve un valle privado, al que solo se puede acceder caminando y los fines de semanas. Ese valle también está rodeado de montañas que enrojecen al atardecer y en él se ven dos o tres villas palaciegas, estilo toscano, suntuosas. Me quedé con ganas de caminar por ese valle, pero cuando me hospedé en Lluc no era fin de semanas y la entrada no estaba autorizada. Lo intentamos en carro, pero un guardián nos cerró el paso y nos pidió, amablemente, que nos diéramos media vuelta.

A un costado del monasterio hay una Escuela. De esta proviene el coro de niños cantores o Escolanía Blauets de Lluc, muy conocida en todo el mundo. Cantan todos los días (o casi) en la Basílica y el coro lo integran 40 voces. Lo de "blauets" es por el color azul del atuendo. Esos mismos niños se ocupan de mantener el jardín botánico detrás de la escuela. Muy hermoso, por cierto.

Pueden ver un video (y de paso a La Morenita) pulsando: Escolania de Luc

A apenas unos minutos en carro de Lluc está el restaurante Can Gallet. Una delicia. Cuanto más porque es difícil encontrar comida tradicional mallorquina debido al mucho turismo alemán e inglés de gente sin paladar que estropea las tradiciones e incita a los “vendedores de templo” locales a montar pizzerías y hamburgueserías horrendas para llenar la panza de este tipo de visitante sin criterio ni paladar.

Pero Can Gallet, en el cruce de carreteras de Inca y Sa Calobra, es auténtico. La gente le manda gallos en todas sus versiones cuando regresan a sus casas, según me contó el hijo del propietario. Fue él mismo quien nos recomendó un “arroz brut”, plato de arroz caldoso típicamente mallorquín que de “brut” no tiene nada pues es refinadísimo y a base de setas recolectadas en los bosques de la Tramontana, hierbas aromáticas, carne de conejo, espárragos picaditos, tomate, ajo, cebolleta, y algo muy mallorquín: la sobreasada (que ellos llaman “sobrasada”). Ahí les dejo la foto del que degusté.








Mi arroz brut en Can Gallet:




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