Guimaraes, primera serie de visitas - Portugal (12)

Se dice que en Guimaraes, esta pequeña ciudad del norte del Duero, entre Oporto y Braga, nació Guimaraes. La ciudad antigua es muy hermosa, aunque pequeña. La Catedral, plaza, callejas y numerosas iglesias dan para quedarse más de un día, amén del Castillo y la antigua iglesia románica de San Miguel entre el castillo medieval y el Palacio de los Duques de Braganza, en lo alto de la colina, que es por donde comenzamos las visitas. Del castillo medieval (o las ruinas) no saqué fotos. Estaba cansado de tanto andar.

Otra cosa que me llamó poderosamente la atención fue la cantidad de barberos y peluqueros. En todas las manzanas había mínimo un salón de belleza, y abren a las 8 am y cierran muchos de ellos a las 11 pm. Nunca entendí si se trata de una afición local ir a cortarse el pelo, pero debe ser dado no solo la cantidad, sino los horarios y el hecho de que no hay un sillón vacío. Entonces, no pudimos resistir la tentación y nos pelamos, a la antigua, con un señor de los de antes y en una barbaría de las de antes. Un barbero de los que sacan filo todavía a las navajas con una lengua de cuero y que se ocupan minuciosamente de cada pelo, incluido los de las orejas en caso de tener alguno.

El palacio de los Duques de Braganza data del siglo XV:

La iglesia de San Miguel es del siglo XII donde se dice fue bautizado el primer rey de Portugal:

Como dije, no perdimos la oportunidad de ir al barbero, y no nos arrepentimos. Mi compañero de viaje (antes fui yo el conejillo de India) en un barbero de barrio, como los que cortaban el pelo en los pueblos de Cuba cuando era niño: