Un libro esencial sobre Elena Burke - en El Nuevo Herald

Escribo en El Nuevo Herald sobre este libro del investigador y musicólogo Zenovio Hernández Pavón que publica la editorial Unos y Otros en Miami y que es realmente vale la pena leer por la mucha información que trae sobre el feeling (filin) cubana y una de sus mayores exponentes: Elena Burke

Enlace directo: Elena Burke, la reina delfelin cubano

Elena Burke, la reina del filin cubano

William Navarrete* / El Nuevo Herald / Viernes, 4 de febrero de 2022

Los que participamos en la presentación del pasado mes de diciembre de los libros de la editorial Unos y otros, en el Centro Cultural de la Iglesia de La Merced (Miami), pudimos escuchar los testimonios de la cantante Malena Burke sobre su madre, la también cantante Elena Burke, de renombre internacional y considerada como la mejor exponente del feeling cubano.

Esa noche, se presentaba también un libro especial y muy cuidado, Elena Burke. La señora sentimiento, que Armando Nuviola, editor de Unos y otros, publicó recientemente en su editorial de Miami. Fruto de la ardua investigación del musicólogo Zenobio Hernández Pavón, el libro está precedido de sendos prólogos a cargo de Dulce Sotolongo y Ramón Fernández-Larrea, y posee una extensa bibliografía, una muy completa discografía, además de los testimonios del cineasta Jorge Luis Sánchez, de la compositora Marta Valdés, del dramaturgo Norge Espinosa o de la filóloga Rosa Marquetti, entre otros.

Zenovio Hernández Pavón, nacido en 1959 en Báguanos (provincia de Holguín), había publicado con anterioridad, para esa misma editorial, los ensayos Faustino Oramas “El Guayabero” y Ñico Saquito, el guarachero de Cuba (en coautoría con Alejandro Fernández Ávila). Y con anterioridad, La música en Holguín, Tuneros en la música cubana y La orquesta Avilés, centenaria y mambisa (este último sobre esta orquesta holguinera, la más antigua de Cuba), entre otros libros sobre este ámbito. Sin formación musical propiamente dicha, este apasionado del tema ha animado durante años programas radiales y peñas que rescatan historias y difunden el resultado de sus investigaciones.

Elena Burke. La señora sentimiento rompe con los primeros años de vida de la futura artista, que nació en 1928 en la barriada habanera del Cerro como Romana Elena Burgues González. A los 13 años, se presenta en La Corte Suprema del Arte de CMQ, uno de los tantos concursos de aficionados que existían en la Cuba republicana, gracias a Miguel Gabriel que le extendió su primer contrato profesional para la emisora Mil Diez (1943), en que cantó acompañando al gran pianista Orlando de la Rosa, seguido de otros contratos para la RHC Cadena Azul.

“La voz de contralto de Elena desde el inicio atrae por su potente registro y su riqueza de matices”, afirma el autor. El maestro Adolfo Guzmán la recomienda para que tome cursos de canto que perfeccionen su estilo. En esa etapa conoce a César Portillo de la Luz y, gracia a él, a los “Los muchachos del feeling” que se reunían entonces en el Callejón de Hamell. Pero el verdadero despuntar se lo debe a Rodney (Roderico) Neyra, el célebre artífice de las revistas del Tropicana en los 1950, quien había creado antes para Zumba, una película norteamericana rodada en Cuba, el grupo Las Mulatas de Fuego (llamadas antes “de Rodney”), en 1947. Junto a Omara Portuondo, Celia Cruz y Xiomara Alfaro, esta agrupación de canto y baile evoluciona durante esos años, llegando a presentarse incluso junto a Josephine Baker, y realizando su primera gira por México en 1948 con Tongolele, Celia Cruz, Meche Lafayette, Vilma Valle y, por supuesto, Elena.

El libro nos cuenta de la febril actividad musical de la cantante en el Cuarteto de Orlando de la Rosa, de sus presentaciones en México con el de Facundo Rivero (1951) hasta la creación en 1953, bajo la batuta de Aida Diestro, del célebre Cuarteto Las D’Aida en el que Elena cantará durante cuatro años junto a Moraima Secada y las hermanas Haydée y Omara Portuondo. Las D’Aida obtienen gran popularidad y se les veía con frecuencia en la televisión y en los cabarets Sans Souci, Montmartre y Tropicana.

Fue Guillermo Álvarez Guedes quien, al escuchar la potente voz de Elena, decide grabarle un disco con dos boleros en su sello discográfico Gema, seguido de un LP en 1959 con piezas de María Grever, Boby Capó, Julio Gutiérrez y Mario Ruiz Armengol. Ese mismo año nace su única hija, Malena, y la cantante se aleja por un tiempo de la escena. Poco después, la encontramos animando junto al maestro Frank Domínguez las noches del Pico Blanco del hotel St. John’s, con Meme Solís en el Club 21 o en el recién inaugurado Club Scherezada junto a Pacho Alonso.

Con la ruptura de relaciones entre Cuba y Estados Unidos (1961), las nacionalizaciones y otras embestidas del gobierno castrista contra el ocio, la libertad y la vida nocturna (vale la pena recordar el caso “PM”), la escena musical se empobreció considerablemente y el turismo internacional desapareció de las calles habaneras. En esa etapa es que Elena comienza su programa “A solas contigo”, en la emisora Radio Progreso, en el que se mantendrá por 18 años y al que incorpora a Luis García, antes de que éste se exiliara en España en 1968 después de cumplir tres años de trabajo forzado por desear salir de la isla.

El autor recuerda que en 1963 hubo un intento por parte de “ideólogos” del régimen de prohibir el feeling por extranjerizante. La polémica generó incluso un congreso. Gina León, Doris de la Torre y Ela O’Farrill son también cantantes del género a las que se les dedica espacio en el libro. Llegan para Elena varias giras a Europa, entre ellas “Music Hall de Cuba” (1965) que comienza en el Olympia de París con Los Zafiros, Pello el Afrokán, Celeste Mendoza, la Aragón, Sonia Calero, Los Papines e incluso en Ballet Nacional de Alberto Alonso.

Son muchos los detalles que ofrece el libro sobre las presentaciones y grabaciones posteriores de “La Señora Sentimiento” antes de fallecer en La Habana en el año 2000. Lo acompañan citas de la prensa, palabras textuales de la cantante y testimonios de otros artistas.

Este ensayo de casi 300 páginas sobre una de las voces más singulares de Cuba no puede faltar en la biblioteca de quienes aman la buena música, desean indagar sobre la evolución del feeling y conocer más sobre la transición entre las décadas de 1950 y 1960.

* Escritor franco-cubano establecido en París

Arriba: El cuarteto Las D'Aida (1954). 

Abajo: Elena Burke con Celia Cruz (a principios de los 1950)