Retrospectiva de la obra de la fotógrafa Asela Torres / En El Nuevo Herald
Me complace presentar la retrospectiva de la fotógrafa cubana Asela Torres mediante una entrevista en El Nuevo Herald. 90 años ha cumplido Asela durante esta exposición. Honor a quien a honrado a cientos de actores y artistas en general a través de su lente durante más de medio siglo. Les dejo el enlace al artículo y lo copio abajo también:
Asela Torres: la dama del lente / El Nuevo Herald / William Navarrete
Asela Torres: La dama del lente
William Navarrete*
La fotógrafa Asela Torres nació en La
Habana en 1932 y vive en Miami desde 1971. A partir del 31 de marzo y durante
todo el mes de abril el Miami Hispanic Cultural Arts Center presentará la retrospectiva
“Asela Torres: Pasión en blanco y negro”, con fotografías de su primera etapa y
curadoría de Grace Piney.
No exageraría si afirmo que durante los
últimos 50 años ha fotografiado a todo el que ha actuado en la ciudad. Le ha
gustado fotografiar siempre lo que llama “acción teatral”, es decir, al actor
en el momento en que mejor transmite con gestos y expresiones la carga
emocional de la pieza. Por eso prefiere el blanco y negro, que acentúa el
dramatismo, aunque también, por exigencias del mercado, ha fotografiado mucho
en color.
Asela Torres celebrará su 90 cumpleaños
con lo que más le gusta hacer: interactuar con el lente de su cámara y el
público. Se trata de una excelente ocasión para conocer más sobre su vida y que
nos cuente de sus motivaciones y la manera en que concibe la creación
artística.
- ¿En qué momento se da cuenta que
la fotografía va a ocupar el centro de su vida y cuáles fueron sus primeros
pasos?
En Lawton, el barrio habanero en que
nací, mi casa colindaba con la del fotógrafo Pedro Salvat. De niña pasaba horas
mirando su trabajo hasta que un día, viéndome tan interesada, me dijo:
“Acércate que te voy a enseñar cómo se ilumina”. Ese día empecé mi aprendizaje
al revés: iluminando el objeto primero, luego el revelado en el cuarto oscuro
y, por último, a tirar fotos. Fue él quien me dio las primeras clases de close-up,
luces, perspectivas, velocidad del lente, composición, etc. No tardé entonces
en comprarme, ya de joven, mi primera cámara: una Argus C3, de Kodak. Después
de haber terminado mis estudios en el Instituto tuve que ponerme a trabajar
para mantener a mi familia. Así que entré a trabajar en el Ten Cent de
Galiano, pero inmediatamente me convertí en la fotógrafa profesional de todo el
mundo, pues me llamaban para cubrir bodas, bautizos, fiestas de quince y otros
eventos. De modo que la fotografía también se convirtió en una fuente de
ingresos.
- ¿Es entonces
que comienza su vocación por fotografiar a los actores durante las piezas de
teatro?
En esa época
empecé a frecuentar el Centro Gallego y el Centro Asturiano, pues tenía muchas
relaciones. No había espectáculo que no fotografiara. Como conocía al coreógrafo
Armando Navarro entonces retrataba también sus revistas para el cabaret
Tropicana. Durante todo ese periodo y antes de salir de Cuba en 1969,
fotografié muchas piezas y actuaciones en los teatros Hubert de Blanck, Las
Máscaras, El Sótano, e incluso, en el Retiro Odontológico, en donde no faltaba
a un concierto de Frank Domínguez. Como era muy amiga de la cantante Elena
Burke entonces ella me invitaba al club Scherezada y entraba en contacto con
otros artistas de la bohemia. Fotografié mucho a La Lupe, a Luis García y a
muchísimos más en La Habana de finales de 1950 y principios de los 1960.
- Llega
entonces el exilio, primero en Madrid, después en Nueva York y finalmente en
Miami. ¿Pudo establecerse como fotógrafa y realizarse profesionalmente?
En España fue
imposible trabajar, aunque fue allí donde compré la primera cámara en el exilio
a un cliente chino que venía a un mesón en donde trabajaba a escondidas. Me la
vendió por solo 200 pesetas (1 dólar y medio en la época). Después de una breve
estancia en Nueva York me afinqué en Miami en donde enseguida comencé a
trabajar y no he parado desde entonces. Debo decir que, durante las décadas de
1970, 1980 y mediados de 1990 había en Miami una vida cultural mucho más
intensa que ahora. Se exhibía un teatro de primera calidad y venían incluso
obras desde Broadway a pasar temporadas en el Performing Arts de Miami Beach.
En esta ciudad fotografié a cuanto artista se presentó, desde Rocío Dúrcal,
Rocío Jurado, Lola Flores, Sara Montiel, Roberto Carlos, hasta el bailarín
Rudolf Nureyev. En Los Violines o en el Orange Bowl podías ver a cantantes
internacionales de todas partes y estuve durante 34 años trabajando para el
Festival de Teatro Internacional Hispano que hoy dirige Mario Ernesto Sánchez.
En Miami pude
fundar incluso una revista llamada Close-Up con la también fotógrafa
Iris Padilla. Me di cuenta mirando el comportamiento de la gente en el
restaurante Versailles (y en otras partes) que en Miami no se lee mucho, pues
la gente abría los periódicos, miraba las imágenes y los cerraba. Entonces fue
que decidí fundar esa revista con fotos y pequeños textos. Recuerdo que en el
primer número pusimos a Willy Chirino en grande. Estoy hablando de 1976.
- ¿Se puede
hablar de un legado de Asela Torres?
Eso no me corresponde
a mí decirlo. Por mi parte he creado un fondo con toda mi colección (miles de
fotos) para la Cuban Heritage Collection de la Universidad de Miami. En 1993
recorrí toda la Florida fotografiando el mundo hispano para un proyecto por la
Fiesta de la Hispanidad. Recorrí 20.000 millas en auto y tiré 1500 fotos de las
cuales fueron seleccionadas 100 para una gran exposición en el Capitolio de
Tallahassee. Por el centenario de la ciudad de Miami hice también una gran
exposición en el Bayfront Pak. He expuesto mucho en bibliotecas, colegios
(Miami-Dade Community College), teatros, galerías, centros culturales. Fui
fotógrafa durante 14 años de la revista Estrellas de Puerto Rico y
trabajé durante 28 años para Creative Director’s Artes Gráficas que colocaba mi
trabajo en periódicos y revistas de todo el mundo. He hecho, sobre todo, lo que
me ha gustado. Y decidí parar a los 88 años, justo cuando comenzó la pandemia,
y tal vez como consecuencia de ésta.
“Asela Torres: Pasión en blanco y negro” (31 marzo – abril
2022)
Miami Hispanic Cultural Arts Center
111 SW 5th Ave. Miami Fl. 33130
* Escritor
franco-cubano establecido en París
Comentarios
Publicar un comentario